Who’s the Boss?
Título SEO Sugerido: Destronando la Carne: Autocontrol y Disciplina para Alcanzar la Plenitud de tu Destino (Joel Osteen)
Meta Descripción Optimizada: Descubre quién es el verdadero jefe de tu vida. Aprende a destronar la carne (impulsos emocionales y ordinarios) para sembrar en el espíritu y cosechar una vida abundante y madurez espiritual.
1. La Batalla Constante: Carne vs. Espíritu
En la vida de cada persona se lleva a cabo una guerra, una lucha constante entre la carne y el espíritu. La carne se refiere a nuestros deseos naturales y carnales, con los que nacemos, como el orgullo, el egoísmo, la impaciencia y el enojo. Se ejemplifica que nadie tiene que enseñar a un niño a ser egoísta o a hacer un berrinche; nacemos con esa naturaleza.
La clave de este conflicto es que la carne quiere tener el control y no estará feliz hasta salirse con la suya. La salida fácil es ceder y rendirse a esos impulsos.
1.1. Inmadurez vs. Madurez Espiritual
El problema no radica en tener estos impulsos a los dos años de edad, sino cuando se tienen 42 y se sigue siendo gobernado por los sentimientos. Permitir que los sentimientos sean el jefe limitará lo alto que se pueda llegar.
La escritura habla de morir a la carne, lo cual significa no ceder ante lo que sentimos. El camino fácil es ceder a lo que se siente bien en el momento, aunque después traiga problemas.
2. Los Peligros de Vivir en el Nivel Superficial
Vivir al nivel superficial, dejando que las emociones gobiernen la vida, tiene consecuencias directas que impiden descubrir lo mejor de usted—sus dones, talento y potencial.
Los sentimientos nos guiarán a lo equivocado. Los sentimientos solo se enfocan en el ahora, no en el después, que es lo que debe ocupar a una persona madura.
2.1. Las Consecuencias de la Indisciplina
- Salud y Bienestar: Complacer la carne con comida chatarra, sodas o postres se siente sabroso en el momento, pero después no se estará tan saludable.
- Relaciones y Empleo: Si se regaña a un jefe, se sentirá bien complacer a la carne, pero después no tendrá empleo. Si se cede al impulso de ser grosero con el cónyuge, se dormirá en el sofá y se iniciará la tercera guerra mundial.
- Finanzas: Comprar artículos lujosos que no se pueden pagar, solo porque están “de oferta,” lleva a estar deprimido después al pagar las cuentas.
- Adicciones y Duda: Ceder a las tentaciones o fiestas puede llevar a adicciones o problemas en las relaciones más tarde. Además, orar por la victoria y luego hablar de derrota o tener una mente inestable (doble ánimo) impide recibir algo de Dios.
El Apóstol Pablo advierte que el que siembra para su carne de la carne cosechará corrupción y destrucción.
3. La Solución: Destronar el Dictador
La carne quiere ser un dictador, controlando la vida y dictando cómo y cuándo hacer las cosas. La vida guiada por el sentimiento es una manera muy superficial de vivir.
3.1. El Acto de Destronar la Autoridad
La clave es quitar la carne del trono. Se necesita tomar medidas drásticas y destituir al dictador por la fuerza. El creyente debe mantenerse resuelto y decir: “Basta con esto carne ya no eres más mi jefe“.
Pablo ejemplifica este compromiso diciendo: “Cada día muero”. Esto es un proceso continuo que requiere decirle no a la carne diariamente.
3.2. Ejercitando el Autocontrol
Dios ha entregado a los creyentes el autocontrol, el cual es como un músculo. Si nunca se usa, estará débil. Es necesario empezar a ejercitarlo diciendo “No” a los impulsos.
La madurez no significa que las emociones desaparezcan. Los sentimientos siempre estarán allí. David dijo: “Enójense pero no pequen”. La verdadera señal de madurez es sentir las emociones negativas pero no reaccionar a ellas.
3.3. Matar de Hambre a la Carne
Para salirse del control de los impulsos ordinarios, no basta con orar para que se vayan, ya que son parte de la vida. La manera de liberarse es dejar de alimentarlos.
- La Ira: Si el creyente sigue cediendo al enojo, está fortaleciendo la ira y dándole más poder.
- Autocompasión: Si se alimenta la lástima de sí mismo, el deseo se vuelve más fuerte, como una adicción.
- El Combate: Para combatir la tentación, hay que no responder a ella. En su lugar, se debe poner una buena alabanza o pensar en lo que se debe agradecer, lo cual alimenta la persona espiritual.
Conforme el espíritu se fortalece más, la carne se debilita más.
4. La Cosecha y el Destino Pleno
Las personas bendecidas y exitosas no lo lograron por suerte, sino porque fueron disciplinadas e hicieron lo correcto cuando era difícil. Si el creyente decide tomar la decisión de elegir la disciplina hoy, verá una gran cosecha.
4.1. Sembrar para la Victoria
El que siembra para el espíritu cosechará vida eterna y vida abundante aquí en la tierra. Si se sigue sembrando para la carne, se cosechará derrota; pero si se siembra para el espíritu, se cosechará victoria. Es solo cuestión de tiempo para que se entre en posesión de esa gran cosecha.
4.2. Cruzando la Línea de la Serpiente
El crecimiento espiritual y la madurez se asemejan al ascenso de un alpinista. Cuando los alpinistas alcanzan suficiente altura, saben que las serpientes venenosas (el enemigo o las tentaciones) no pueden vivir a ese nivel.
De manera similar, cuando el creyente continúa creciendo, madurando y subiendo más alto al destronar la carne, llega a un lugar donde los impulsos emocionales aún existen, pero ya no lo pueden molestar más ni afectar. La meta es desarrollar tanta autodisciplina que se haya cruzado esa línea y el enemigo no pueda ir donde el creyente va.
Al quitar la carne del trono, Dios comenzará a liberar las cosas asombrosas que tiene reservadas para que el creyente entre en la plenitud de su destino.