La estrategia de Satanás para vencernos

Descubra la estrategia de Satanás y por qué muchos creyentes experimentan una derrota continua a pesar de haber aceptado a Cristo como Salvador personal. El Dr. Charles Stanley de Ministerios En Contacto presenta un análisis bíblico urgente para desmantelar las mentiras y engaños del diablo. Entender las tácticas del enemigo—su enfoque en la mente y sus tres metas principales—es fundamental para asegurar la vida y paz que provienen de una mente enfocada en el Espíritu Santo.

1. El Enemigo: Realidad, Metas y el Campo de Batalla Mental

Satanás es un enemigo muy real, un mentiroso y un impostor. Aquellos que dudan de su existencia son “engañados”.

Las Tres Metas de Satanás

La estrategia de Satanás está dedicada a la destrucción del creyente y se resume en tres metas principales:

1. Alejarnos de Dios.
2. Desviar el propósito de Dios en nuestra vida.
3. Dividirnos.

El Campo de Batalla: La Mente

El diablo enfoca toda su labor en la mente del creyente. La mente es el espacio y el campo de batalla de Satanás.

• Ocuparse de la Carne: La “carne” se define como el impulso interno que se opone a Dios. Una mente ocupada en la carne (lo que quiere el diablo) es muerte. Los designios de la carne son enemistad contra Dios.
• Ocuparse del Espíritu: El enfoque en el Espíritu Santo es vida y paz.
• Imposibilidad de Doble Control: La mente controlada por el diablo no será controlada por Dios al mismo tiempo.

Quienes viven según la carne no pueden agradar a Dios. Si el creyente elige desobedecer a Dios, su comportamiento se aleja de la vida en el Espíritu, aunque la desobediencia no significa que el creyente esté perdido.

2. El Engaño y la Seguridad del Creyente

Satanás es un mentiroso desde el principio. Su obra principal es engañar y mentir.

El Dios de Este Siglo y la Ceguera Espiritual

Satanás es llamado el “dios de este siglo”. Su principal labor es cegar el entendimiento de los incrédulos para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo. Él hace que la gente desconfíe de Dios Todopoderoso.

La Seguridad en el Espíritu Santo

Los creyentes que han aceptado a Cristo tienen el Espíritu Santo morando en ellos. El Espíritu Santo nos ha sellado como hijos de Dios.

• No Posesión, sino Ataque: Satanás no puede subyugar a un hijo de Dios a menos que le demos permiso.
• Consecuencias del Pecado: Ser creyente no significa que se pueda pecar contra Dios sin consecuencias. Dios castigará al creyente, no porque no lo ame, sino porque quiere captar su atención y recordarle a quién está escuchando: al diablo o a Dios.

3. Las Cuatro Tácticas Estratégicas de Satanás

Satanás siempre trabaja para desviarnos y destruirnos porque damos testimonio del Hijo de Dios, Su amor y Su gracia.

Táctica 1: Señalar lo que Falta (Crear Deseo)

Satanás dirige nuestra atención hacia una necesidad o un deseo. Él siempre entra por ahí.

• El Jardín del Edén: En el Huerto del Edén, Eva y Adán tenían todo, excepto el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal. Satanás les señaló lo único que no tenían.
• Falsa Satisfacción: Satanás señala lo que nos falta—salvo una persona en particular o una posesión—sin recordar cuán bendecidos somos. Él crea el deseo para que la gente se desvíe y descarrile.
• La Advertencia: Nunca podremos tener ninguna cosa fuera de la voluntad de Dios que sea suficiente para hacernos felices, completos o satisfechos. Seguir estos deseos lleva a la autodestrucción.

Táctica 2: Escoger el Momento Oportuno (Vulnerabilidad)

Satanás sabe cuándo somos más vulnerables.

• Momento de Debilidad: Así como tentó a Jesucristo después de ayunar 40 días, atacando Su necesidad física de comida para quebrar el plan del Padre, el diablo ataca al creyente en los momentos de mayor debilidad.
• El Principio H.A.S.C.: El creyente es más vulnerable cuando se siente:
  • Hambriento.
  • Enojado.
  • Solo.
  • Cansado (exhausto).
• Alerta: Al sentirse H.A.S.C., el creyente debe detenerse y pensar: “Ahora soy más vulnerable a un ataque satánico”. Satanás nos conoce y sabe nuestros puntos más débiles.

Táctica 3: Crear Duda sobre la Palabra de Dios

Satanás intenta crear duda en nuestra mente respecto a la Palabra de Dios.

• Justificación del Pecado: El diablo ataca los aspectos en los que somos más débiles. Cuando los creyentes caen en la tentación, citan pasajes irrelevantes o tratan de reinterpretar la Biblia para justificarse ante el pecado.
• Inconsistencia Peligrosa: Si se puede crear duda respecto a un solo versículo de la Biblia, el diablo obtiene “toda una atadura y un firme apretón” en la vida. Él lleva a dudar de la Palabra paso a paso.
• No Debate: La respuesta a los argumentos de Satanás y a quienes quieren debatir sobre lo correcto o incorrecto no debe ser el razonamiento, sino la simple declaración de Cristo: “Escrito está”. La palabra de Dios es clara; no hay otra forma de interpretar “no harás”.