Embracing Every Season of Your Life – Part 2
El siguiente es un resumen conciso y una reescritura del contenido de los extractos, presentado bajo la premisa de los estándares de SEO en español de Google, enfocándose en la confianza en Dios y el propósito detrás de las dificultades.
Cómo Abrazar las Estaciones Difíciles de la Vida y Descubrir el Propósito de Dios
Cada temporada de nuestra vida, incluso las dolorosas, es parte integral de una vida completa y debe ser abrazada. Mientras más resistamos el dolor (físico o emocional), más nos dolerá y más tiempo tomará superarlo. Así como se aconseja a las víctimas de accidentes o a las mujeres embarazadas que respiren profundo y se relajen, debemos aprender a no pelear contra el dolor.
Dios tiene un propósito en todo lo que permite en nuestras vidas. Aunque nunca lleguemos a comprenderlo completamente, podemos confiar en que Su palabra es cierta: Él siempre obra todo para nuestro bien, especialmente para aquellos que le aman y buscan Su voluntad.
El Poder Transformador de las Pruebas
Lo que una persona piensa que es su mayor enemigo puede convertirse en su mayor amigo. Al mirar hacia atrás, las dificultades y problemas pasados, que antes se deseaba que nunca hubieran ocurrido, son precisamente lo que nos formó en quienes somos hoy. Las pruebas incluso pueden ser el medio que nos lleva a una relación con Jesús.
Cuando experimentamos cosas malas, tenemos tres opciones:
- Dejar que nos destruyan.
- Dejar que nos amarguen.
- Dejar que nos fortalezcan.
Debemos decidir sobrevivir, subir en lugar de hundirnos, y tener la tenacidad de poner los problemas en las manos de Dios, eligiendo seguir adelante y amar cada momento de la vida.
El Ejemplo Bíblico de José: Confianza en la Adversidad
José es uno de los mejores ejemplos bíblicos de alguien que soportó una profunda injusticia. A pesar de ser el favorito de su padre, fue traicionado por sus hermanos celosos, vendido como esclavo y, más tarde, encarcelado por 13 años debido a algo que no hizo (manteniendo su integridad al rehusar acostarse con la esposa de Potifar).
Una de las cosas más difíciles es hacer lo correcto y recibir un mal resultado. Sin embargo, la clave de la actitud de José se encuentra en Génesis 50:20: “En cuanto a ustedes, pensaron mal en contra mía, pero Dios lo usó para bien“. Dios quiso el mal para bien, para que muchas personas pudieran mantenerse vivas.
Tal vez una persona esté en una posición que no le gusta, pero Dios la está llevando a un lugar donde podrá ayudar a alguien que aún no conoce. C. S. Lewis lo dijo: “Las dificultades a menudo preparan a personas ordinarias para extraordinarios destinos”.
Secretos para Sobrellevar Tiempos Difíciles
Para atravesar las pruebas más fácilmente, hay que dejar de intentar “figurarlas” o razonar en exceso sobre el por qué. No necesitamos la explicación; necesitamos saber que Dios está con nosotros. Debemos relajarnos y dejar que la prueba haga su obra.
Es fundamental mantener la esperanza y la actitud correcta:
- Dios lo resolverá.
- Él obrará todo para bien y usará esto en nuestra vida.
- Él no nos cargará con más de lo que podemos soportar.
- La “primavera está a la vuelta de la esquina”; algo bueno sucederá.
Cuatro Propósitos Espirituales de las Pruebas
Comprender la razón espiritual por la que algo sucede puede ayudar a mantener la perspectiva. Las pruebas tienen propósitos divinos:
- Para humillarnos: El orgullo es un problema. Si la vida siempre es éxito tras éxito, el ego puede inflarse. Las pruebas limitan nuestro orgullo y nos fuerzan a depender de Dios. El apóstol Pablo recibió un “aguijón en la carne” para evitar que se exaltara demasiado por las grandes revelaciones que había recibido (2 Corintios 12:7). Cuando Pablo oró para que le fuera quitado, Dios respondió: “No, mi gracia es suficiente para ti”.
- Para llevarnos a depender de Dios: A veces, las dificultades llegan por una temporada para que dependamos más de Él. Necesitamos situaciones que sean demasiado para nosotros, que solo Dios pueda arreglar. Pablo y sus compañeros fueron tan abrumados que perdieron la esperanza de la vida misma, pero esto ocurrió para que dejaran de confiar en sí mismos y dependieran de Dios, Quien levanta a los muertos.
- Para probar nuestra fe: Uno no sabe lo que realmente cree hasta que es probado. La autenticidad de la fe es infinitamente más preciosa que el oro perecedero y debe ser probada y purificada por fuego (1 Pedro 1:7). Es importante pasar la prueba para no tener que repetirla.
- Para equiparnos y consolar a otros: La mayoría de las pruebas sirven para este fin. Si todo en nuestra vida fuera perfecto, no podríamos relacionarnos con gente herida. Dios nos consuela en nuestras aflicciones para que seamos capaces de consolar a otros con el mismo consuelo que hemos recibido (2 Corintios 1:3-4). El dolor no debe desperdiciarse, sino usarse para ser una bendición y ayuda para los demás.
Debemos dejar de servir a Dios esperando que Él haga algo por nosotros; debemos servirle por quién Él es, aun si nunca recibimos nada. Tenemos que buscar Su rostro y no Su mano.
Tarde o temprano, todos llegaremos a nuestra “medianoche” cuando no haya nadie más que nosotros y Dios. En esos momentos, es esencial aprender a predicarnos a nosotros mismos y recordarnos las promesas de Dios.