El enemigo
Descubra las tácticas operativas de Satanás, el enemigo principal del creyente, y cómo desarrollar el discernimiento espiritual necesario para vivir una vida cristiana victoriosa. Basado en las enseñanzas del Dr. Charles Stanley de Ministerios En Contacto, este recurso bíblico esencial vivir una vida cristiana victoriosa. Basado en las enseñanzas del Dr. Charles Stanley de Ministerios En Contacto, este recurso bíblico esencial detalla la naturaleza de la guerra espiritual, los límites impuestos por Dios al adversario y los cuatro pasos fundamentales para resistir al diablo y asegurar la victoria.
El Dr. Charles Stanley subraya la necesidad de estudiar a fondo a nuestro oponente. Así como un general estudia al enemigo antes de la guerra para anticipar sus movimientos y ganar la batalla, el creyente debe entender cómo piensa, qué lo motiva y cómo opera Satanás.
1. Identidad y Alcance del Enemigo Principal
El enemigo del creyente es Satanás, quien lidera toda una coalición de fuerzas malignas. Esta lucha no es contra “sangre y carne”, sino contra “principados, potestades, gobernadores de las tinieblas de este siglo” y “huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. Satanás es el general y líder de este complot de oposición.
El Poder y los Límites Impuestos por Dios
Satanás es un ser poderoso, como lo demuestra el hecho de haber derrotado a figuras como Eva en un entorno perfecto, y haber influido incluso en la vida de creyentes como Pedro (a quien Cristo reprendió diciendo que actuaba como el diablo).
Sin embargo, es crucial entender que Satanás tiene límites. No es omnipotente, ni omnisciente, ni omnipresente. La verdad es que Satanás no puede tocar nada en nuestra vida—ni nuestro cuerpo ni nuestra mente—sin que Dios Todopoderoso se lo permita. Dios le ha impuesto un límite estricto a lo que puede hacer.
2. Tácticas de Satanás contra el No Creyente
En la vida del no creyente, el objetivo de Satanás es claro: impedir que vean la verdad y robarles la Palabra de Dios.
Cegar el Entendimiento
Satanás, llamado el “dios de este siglo” (el sistema mundial), tiene como objetivo principal cegar el entendimiento de los incrédulos para que no les resplandezca la luz del evangelio. La verdad queda “encubierta” para aquellos que se pierden.
Robar la Palabra y Oponerse al Evangelio
En la parábola del sembrador, Jesús advierte cómo opera Satanás. Tan pronto como los no creyentes oyen la Palabra, “enseguida viene Satanás, y quita la palabra que se sembró en sus corazones”.
Satanás se opone activamente al evangelio, buscando evitar que alguien crea. Esto incluye oponerse a la predicación y la enseñanza bíblica. El Dr. Stanley aconseja tomar notas cuando se escucha un mensaje valioso o cuando Dios habla a medianoche, porque Satanás hará lo posible para que se olvide.
3. Estrategias de Satanás contra el Creyente
En la vida del hijo de Dios, el enfoque de Satanás cambia a la obstrucción del crecimiento, el engaño y el estancamiento espiritual.
Tentación Disfrazada
Satanás nos tienta a pecar. Nunca nos tentará con algo “realmente horrible o doloroso”; al contrario, tentará con cosas que “se vean bien, huelan bien, se sientan bien”. Él siempre disfraza la maldad.
Es vital el discernimiento espiritual para no juzgar por las apariencias. Debemos preguntarnos: “¿Armoniza con lo que soy?” y “¿Es una violación de cualquier principio de la Palabra de Dios?”. La falta de discernimiento conduce a problemas económicos y toda clase de dificultades.
Impedir el Crecimiento Espiritual (Ocupación con lo “Bueno”)
Satanás busca evitar nuestro crecimiento espiritual. Nunca dirá que no se vuelva a leer la Biblia. En cambio, nos llenará de actividades “buenas” y bíblicas que consuman todo nuestro tiempo, impidiendo que oremos o leamos la Biblia. Su trampa es mantenernos “ocupados haciendo cosas buenas y que no estemos con la Biblia ni de rodillas”.
Ataque a la Palabra y la Oración
Satanás hará todo lo posible por apartarnos de la Biblia. Cuando se predica, él intenta confundir la mente para que se piense en algo más en el momento crucial.
Además, Satanás busca evitar que estemos de rodillas. La Biblia muestra que la gente con frecuencia se arrodillaba o postraba ante Dios en oración. El Dr. Stanley enfatiza que cuando se está solo en casa, no hay excusa para no arrodillarse a orar y leer la Biblia.
Adormecer a la Iglesia
Satanás busca adormecer a las iglesias. Lo hace dándoles buen compañerismo, suficiente dinero y satisfacción, para que no haya visión misionera ni interés en el evangelismo. Él odia el fervor misionero y evangélico. A Satanás no le importa cuánto se cante o cuántos mensajes se escuchen, mientras no se haga nada al respecto. Su objetivo es la inacción y la religiosidad dormida.
Satanás también ataca la santidad y pureza de la Biblia misma, tratando de sembrar dudas sobre sus “errores”.