Valorando la fidelidad matrimonial – Mt. 12:1-5 (Q1785)
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Bienvenidos a El amor que vale. Alcanzando personas para Cristo, alimentando y desafiando a los cristianos en su diario caminar con Dios. Este es el ministerio de predicación y enseñanza del pastor, maestro y autor Dr. Adrián Rogers, tocando vidas alrededor del mundo al proclamar las buenas nuevas de que Jesucristo es el amor más grande.
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[Música] Hola, soy Adrián Rogers y estamos en una serie de estudios bíblicos titulada Atesorando los valores familiares y uno de los grandes valores familiares es la pureza sexual. deseo que nos acompañe para estudiar juntos valorando la fidelidad matrimonial. Se nos dice que el país ha pasado por una revolución sexual hasta cierto punto es verdad, pero no es una buena revolución.
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Degeneración es una mejor palabra que revolución. Ha sido un desastre. Puedo recordar cuando el aire era puro y el adulterio era corrupto. ¿Y usted? Los tiempos han cambiado en el país, pero la palabra de Dios no ha cambiado. El mensaje de hoy es para ayudarles a los padres a evitar que sus hijos sean succionados por las alcantarillas de la devación, guiada por la generación amadora del dinero y adúltera de Hollywood.
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El mensaje de hoy es un mensaje serio y uno necesario, atesorando la fidelidad matrimonial. Aconteció que cuando Jesús terminó estas palabras, se alejó de Galilea y fue a las regiones de Judea, al otro lado del Jordán, y le siguieron grandes multitudes y los sanó allí. Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole, “¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?” Él respondiendo les dijo, “¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo?” Permítame simplemente hacer un
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paréntesis aquí, agregar que Jesús creía en la creación divina y Jesús creía en la separación de los sexos. Ahora mire esto. ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo y dijo, “Por esto el hombre dejará padre y madre y se unirá su mujer, y los dos serán una sola carne?” Así que no son ya más dos, sino una sola carne.
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Por tanto, lo que Dios juntó no lo separe el hombre. Existen varios puntos que deseo que note al leer la palabra de Dios con referencia a atesorar la fidelidad matrimonial. Lo primero que quiero que usted vea conmigo es la provisión de la vida matrimonial. Dios los creó en el principio, varón y hembra.
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Dios instituyó el matrimonio en el jardín del Edén. Este no es anticuado, ni está pasado de moda, ni fuera de uso. No es como la lámpara del petróleo o el modelo T de la Ford. No está obsoleto. Piense por un momento conmigo sobre la provisión de la vida matrimonial. Es un plan de Dios. Es un plan de creación divina. Mire nuevamente el versículo 4.