Te Daba MIGAJAS Hasta Que HICISTE ESTO y Ahora No Podrá SOLTARTE | Billy Graham

How can we pray for you? Submit your prayer request today!

* indicates required

Te Daba MIGAJAS Hasta Que HICISTE ESTO y Ahora No Podrá SOLTARTE

  • ¿Alguna vez sentiste que solo recibías migajas emocionales de alguien que decías amar? Jesús dijo, “No den lo santo a los perros, ni echen sus perlas delante de los cerdos.” Mateo 7:6. Esta advertencia no es solo juicios, sino sobre dignidad espiritual. Muchas veces aceptamos migajas creyendo que es lo mejor que podemos obtener, pero cuando decides obedecer a Dios y poner límites, algo cambia.
  • Lo que era indiferencia se convierte en atención. Lo que era desprecio en necesidad. Hoy veremos cómo un acto de valor espiritual puede romper cadenas invisibles y revertir dinámicas de desvalorización. Te mostraremos cómo el amor propio alineado con Dios activa cambios profundos y cómo al dejar de aceptar migajas provocas una transformación que no solo sorprende al otro, sino que también glorifica a Dios.
  • ¿Estás listo para entender lo que Dios tiene reservado para ti? Hay momentos en los que el alma cansada de callar empieza a gritar sin decir palabra. Son esos instantes en los que uno se mira al espejo y ya no reconoce el rostro que antes brillaba con esperanza. Has entregado amor, tiempo, detalles, comprensión y lo único que recibes a cambio son migajas.
  • No migajas de pan, sino de afecto, de atención, de presencia. Te acostumbras a recibir lo mínimo como si fuera un premio, a justificar lo injustificable con frases como así es su forma de amar tiene muchas preocupaciones. Quizás yo estoy esperando demasiado, pero en el fondo sabes que algo no está bien, que ese vacío no es casual, que esa ausencia no es inocente y que ese desprecio disfrazado de indiferencia se ha convertido en la norma de tu relación.
  • Y aquí es donde entra una de las mentiras más sofisticadas que el enemigo siembra en los corazones. La idea de que aceptar poco es una muestra de humildad, de paciencia, de amor maduro, nada más lejos de la verdad. La palabra de Dios nunca nos llamó a conformarnos con una versión mutilada del amor.
  • En Primero Corintios 13, Pablo describe el amor como algo que todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. Pero jamás dijo que el amor era silencio ante el desprecio, ni aceptación resignada de lo mínimo cuando se ha dado todo. Jesús nunca dio migajas. Él multiplicó panes, sanó por completo, restauró vidas enteras. ¿Cómo entonces vamos a justificar que merecemos menos si somos hijos de un Dios que lo da todo en abundancia? Aceptar migajas emocionales no es humildad, es un autoengaño disfrazado de virtud.
  • Es como aquel hijo pródigo que en su desesperación pensó que lo mejor que podía aspirar era a comer las obras de los cerdos. Lucas 15:16 dice que deseaba llenar su estómago con las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada. Ese es el punto exacto al que llegamos cuando nos convencemos de que las obras son suficientes.
  • Pero lo hermoso de esta historia es que no termina ahí. El versículo siguiente cambia todo el panorama. Y volviendo en sí, dijo, “Cuántos jornaleros en casa de mi Padre tienen abundancia de pan y yo aquí perezco de hambre.” Volver en sí es el primer acto de dignidad espiritual.

Write Your Prayer

* indicates required
Prayer Wall

Billy Graham Espanol