PRÉDICA Cuando nada te motiva ¿Cómo volver a empezar? | Pastor Freddy DeAnda

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PRÉDICA Cuando nada te motiva ¿Cómo volver a empezar?

La vida del creyente a menudo se ve interrumpida por el desánimo, una agonía del alma que se sienta a escondidas, susurra duda y nos hace querer “tirar la toalla”. Este desánimo puede ser más poderoso para aquellos que creen en Jesucristo, ya que sentimos que “deberíamos tener la respuesta,” aunque internamente dudemos.

El mensaje central de la fe frente a este desafío es: No tomes una decisión permanente sobre circunstancias temporales. Las tribulaciones leves y momentáneas no deben robarnos de la gloria eterna que Dios tiene preparada.


1. El Desánimo: Un Asesino Silencioso de la Fe

El desánimo es una prueba del alma que nos arrastra violentamente. No pide cita, sino que se esconde detrás de la sonrisa, el maquillaje, los perfiles felices en redes sociales, y nos acompaña en la soledad, llenándonos de pánico.

La Visión vs. la Realidad

La lucha más profunda en el desánimo se produce entre la visión que Dios nos dio (el matrimonio perfecto, los hijos bendecidos, la vida de fe) y la realidad en la que nos encontramos.

  • Tormento de la Esperanza Demorada: La esperanza que se demora es un tormento del corazón. Esta tormenta (el anhelo no cumplido) nos despierta y nos lleva a gemir por el Padre Celestial, acercándonos a la Palabra de Dios y a nuestras rodillas.
  • El Proceso es Necesario: Al igual que David fue ungido como rey, pero tuvo que huir de Saúl, o Jesús pasó por un proceso, nadie está exento de procesos y luchas. La bondad de Dios a veces se manifiesta en decir: “No es tu tiempo“.

El Engaño de Satanás

El diablo ofrece el “reino sin proceso”. Satanás incita a salirse del carril de Dios, ofreciendo gozo y placer en lugares y personas equivocadas, prometiendo lo que Dios ofrece, pero sin la necesidad de pasar por los pasos de Jehová.


2. La Arquitectura de la Fe: Jehová Ordena los Pasos

La solución al desánimo no es nuestra fuerza, sino la fe de que “por Jehová son ordenados los pasos del hombre”.

Confianza en el Arquitecto Divino

Dios es el Arquitecto de nuestra vida y tiene una visión y una carrera para cada uno de nosotros.

  • No te Salgas del Carril: Debemos permanecer en el carril de Dios y confiar en Su plan, aunque no lo entendamos.
  • Proceso con Propósito: Jehová ordena los pasos del buen hombre. La prueba no es señal de que somos malos o estamos en pecado, sino que incluso los pasos de Jesús fueron ordenados, incluyendo el de permitir la tentación.
  • Seguridad en la Caída: Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque Jehová sostiene su mano. La cosa por la que debemos estar agradecidos es que Jehová es quien está ordenando los pasos de nuestra vida, no nosotros mismos.

El Poder de la Palabra sobre la Circunstancia

La fe debe ser mayor que el dolor, como la mujer embarazada que anticipa el gozo del nacimiento a pesar de la tribulación momentánea. La fe se encuentra en la Palabra de Dios, no en lo que el pastor o la ilustración dicen.


3. La Estrategia Práctica: El Orden de la Obediencia

Para vencer la duda y el desorden que el desánimo trae, debemos establecer el orden correcto de Dios en nuestra vida.

I. Orden de Prioridades (Honrar a Dios y a la Familia)

Ante cualquier decisión, debemos agradar primero a Dios antes que a las presiones externas (amigos, padres, trabajo, o visiones de otros).

  1. Dios Primero: Dios es la persona a la que siempre tenemos que poner en el primer orden de nuestra vida. Jesús mismo puso a Su Padre primero, declarando: “Aún no ha venido mi hora,” refiriéndose a que no podía obedecer a Su madre terrenal sobre la voluntad de Dios.
  2. Matrimonio/Pareja: Después de Dios, la prioridad es el cónyuge, antes que los amigos.
  3. Hijos: Toda decisión debe considerar cómo afectará la vida de los hijos.
  4. Padres: Debemos honrar a nuestros padres, pues este es el único mandamiento con una promesa especial (vida larga).
  5. Mayordomía: Debemos entender que somos mayordomos de todo lo que Dios nos ha dado (dinero, hijos, vida), y el orden es buscar primeramente el Reino de Dios.

II. Lidiando con la Duda (Oración y Paciencia)

La duda y la aflicción son pruebas de fe.

  • Orar en la Duda: Si nos falta sabiduría, debemos pedirla a Dios. Incluso en medio de la duda (“Papá Dios, no sé si existes”), debemos orar con fe.
  • Paciencia y Madurez: La prueba de nuestra fe produce paciencia (madurez). La razón de la prueba es porque nos faltaba algo, y al superarla, saldremos más fuertes y completos, sin que nos falte cosa alguna.
  • Evitar la Inconstancia: No se debe ser un hombre de doble ánimo (dudando), que es inconstante en todos sus caminos, sino pedir con fe y sin dudar.

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