Piensa en Grande, Empieza en Pequeño y ACTÚA como los RICOS

• Muchos hombres creen que pensar en grande es solo para los ricos, para los privilegiados, para los que ya tienen éxito. Creen que soñar alto es peligroso, que actuar con ambición es arrogante y que aspirar a más es un lujo reservado para otros. Pero yo, Brian Tracy, he aprendido que la grandeza no nace de tener dinero, nace de tener visión.
• No necesitas riqueza para pensar como un hombre exitoso. Necesitas disciplina, enfoque y valentía. Los hombres que cambian su vida no empiezan con grandes recursos, empiezan con grandes decisiones y después hacen algo que la mayoría jamás hace. Actúan en pequeño, pero piensan en grande.
• Construyen lo enorme desde lo mínimo, lo extraordinario desde lo simple, lo poderoso desde lo cotidiano. Porque los ricos no se hicieron ricos por suerte, se hicieron ricos por mentalidad, por hábitos, por constancia, por decisiones pequeñas repetidas millones de veces. Si quieres una vida distinta, no esperes a tenerlo todo. Empieza con lo que tienes. Piensa como un hombre exitoso y actúa como alguien que sabe a dónde va.
• Tu vida cambia cuando cambia tu visión y cuando tu acción la respalda. Hoy puede ser el día en que dejes de vivir pequeño y empieces a construir en grande. El primer principio para pensar en grande, empezar en pequeño y actuar como los ricos, es adoptar una mentalidad de visión, una forma de ver la vida que no se rinde ante lo que tienes hoy, sino que se enfoca en lo que puedes construir mañana.
• La mayoría de los hombres vive atrapada en su presente, sus problemas, sus deudas, su cansancio, sus limitaciones. Miran su situación actual como si fuera su destino final. Piensan en pequeño porque creen que su vida actual define su capacidad futura. Pero los hombres exitosos, los verdaderamente grandes, no piensan así. Ellos entienden algo fundamental.
• Tu vida presente no es un indicador de tu vida futura, es un punto de partida. Tu realidad de hoy no determina tu potencial, determina tu dirección. Pensar en grande no es fantasear, no es soñar sin actuar, no es imaginar castillos mientras tu vida sigue igual. Pensar en grande significa elevar tu estándar interno, permitirte desear más, exigirte más y aceptar que puedes lograr más significa romper la creencia de que así es mi vida o esto es lo que me tocó. Los hombres que se vuelven extraordinarios no aceptan las narrativas que los limitan.
• Ellos cuestionan, reconstruyen y redefinen su identidad constantemente. Ellos se preguntan, “¿Qué puedo crear si dejo de repetirme mis propios límites?” Esa pregunta abre un mundo que el hombre común nunca se permite explorar, pero aquí viene la segunda parte del principio, empezar en pequeño, porque la visión sin acción se convierte en humo. Los hombres exitosos no esperan condiciones perfectas para comenzar.
• No buscan el momento ideal, el plan perfecto o las herramientas adecuadas. Ellos actúan con lo que tienen y lo que tienen al inicio casi siempre es poco, pero ese poco es suficiente para avanzar. Cada imperio empezó con una decisión simple. Cada negocio comenzó con un paso. Cada transformación nació de un avance pequeño.
• Cuando empiezas en pequeño, le enseñas a tu mente que estás en movimiento, que estás comprometido, que estás construyendo. El tamaño de tu acción hoy no importa. Importa la consistencia con la que la haces. También debes entender que la grandeza no nace de saltos masivos, sino de hábitos mínimos repetidos sin fallar. Los ricos no se volvieron ricos por una sola acción millonaria.
• se volvieron ricos por miles de acciones pequeñas que la gente común jamás está dispuesta a sostener. Los hombres que construyen riqueza no se enfocan en hacer mucho en poco tiempo, se enfocan en hacer un poco todos los días. Lo pequeño se acumula, lo pequeño forma carácter, lo pequeño crea impulso y eventualmente lo pequeño se convierte en algo inmenso.
• Pero pensar en grande también requiere cambiar tu relación con el miedo. La gente que piensa en pequeño le tiene terror al riesgo, al error, al fracaso, al juicio. Los hombres exitosos ven el miedo como una brújula. Si algo da miedo, probablemente es importante. Si algo incomoda, probablemente te hará crecer. Si algo te exige, probablemente te está llevando al siguiente nivel.