LO QUE JESÚS PROFETIZÓ EN LA BIBLIA… (Hoy Está Sucediendo)
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¿Puede un hombre predecir el futuro con absoluta precisión? La respuesta de la historia humana es un rotundo no. Los profetas paganos fallaron. Los adivinos se equivocaron. Los astrólogos mintieron. Pero hace 2000 años, un carpintero judío se sentó en el monte de los Olivos y describió con exactitud inquietante el mundo en el que tú y yo vivimos hoy.
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Sus palabras no fueron especulaciones filosóficas ni predicciones vagas que puedan acomodarse a cualquier época. Fueron declaraciones específicas, verificables, confrontadoras y cada una de ellas se está cumpliendo ante nuestros ojos. El problema es que la mayoría de la gente, incluso dentro de la iglesia, no está prestando atención.
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están dormidos en el umbral de la historia profética más dramática desde la resurrección de Cristo. Hoy examinaremos lo que Jesús profetizó, lo veremos cumplirse en tiempo real y entenderemos qué exige esto de nosotros como seguidores fieles de Cristo. Cuando los discípulos se acercaron a Jesús en privado en el monte de los Olivos, le hicieron una pregunta que resonaría a través de los siglos.
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¿Cuándo serán estas cosas y qué señal habrá de tu venida y del fin del siglo? La respuesta de nuestro Señor en Mateo 24 no fue un discurso apocalíptico diseñado para asustar a las masas o generar especulación religiosa. Fue una revelación sobria, clara y pastoral sobre los eventos que marcarían el periodo previo a su segunda venida.
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Y lo primero que Jesús dijo, lo primero que consideró urgente advertir, fue esto. Mirad que nadie os engañe. No comenzó hablando de catástrofes naturales. No empezó con guerras o hambres. Comenzó con una advertencia sobre el engaño espiritual. Y esto es profundamente revelador. El engaño espiritual no es un fenómeno periférico en la escatología bíblica. Es central.
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Jesús sabía que la señal más peligrosa de los últimos tiempos no sería el caos político o económico, sino la confusión doctrinal. Y aquí estamos en el siglo XXI presenciando una explosión sin precedentes de falsa enseñanza que se presenta bajo el nombre de Cristo.
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Tenemos movimientos enteros que han redefinido el evangelio, vaciándolo de su poder salvador y llenándolo de promesas terrenales. Tenemos predicadores que enseñan que Dios existe para servir a sus planes financieros, que la cruz fue un accidente histórico, que Dios tuvo que convertir en victoria, que todos los caminos conducen al cielo porque Dios es demasiado amoroso para condenar a alguien.
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Esta no es una desviación menor de la ortodoxia, es una traición completa al evangelio apostólico. Consideren el estado actual de lo que se llama cristianismo en el mundo occidental. En muchas iglesias la predicación expositiva ha sido reemplazada por charlas motivacionales que podrían darse en cualquier seminario corporativo sin mencionar a Cristo.
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La doctrina de la justificación por fe sola ha sido diluida hasta el punto de volverse irreconocible. El sun arrepentimiento ya no se predica porque ofende la sensibilidad moderna. La santidad se considera opcional porque la gracia se entiende como una licencia para pecar y todo esto se hace en nombre de ser relevantes para la cultura.