Comience su día con el devocional gratuito en contacto. Suscríbase hoy mismo. [música] Dr. Charles Stanley: El Hijo de Dios, el Señor Jesucristo dijo: “Yo soy el camino, y la verdad y la vida, nadie viene al Padre, sino por mí. Por tanto, vayan por todo el mundo enseñando y predicando el evangelio a toda criatura, hasta lo último de la tierra”.
locutor: En Contacto, el ministerio de enseñanza bíblica del Dr. Charles Stanley. Hoy en el programa En Contacto, “La búsqueda”. Dr. Stanley: Para lograr algo en la vida, hay que establecer una meta definida, o lo más probable es que nunca se haga realidad. Debe ser más que solo un deseo; debe ser algo a lo que esté dispuesto a dedicar su energía y su tiempo y el conocimiento y la experiencia que Dios le ha otorgado.
Sé que hay mucha, mucha gente que cree que, de algún modo, Dios no tiene una meta para su vida y, por ende, van como flotando por la vida. Dios tiene metas individuales y personales para cada uno, y por lo tanto existen metas divinas que se aplican a cada uno de nosotros, que son metas que tiene en mente para cada uno, de lo que debemos ser como sus hijos; y es una de esas metas de la que hablaré en este mensaje.
Y el título de este mensaje es Humildad: la búsqueda. Es decir, la humildad no es solamente una idea, no es solo una actitud ni es solo una de las muchas gracias cristianas sino que es una gracia importante. Es una que a mucha gente no le entusiasma porque su idea de la humildad es tener debilidad. Pero cuando empecemos a entender lo que Dios dice al respecto, entenderá algo extremadamente importante sobre esta cualidad en su vida.
Quisiera que me acompañe a Efesios capítulo 4 y que veamos los primeros 3 versículos para iniciar. Luego hablaré sobre esta idea de por qué es extremadamente importante y qué se puede hacer para al menos ir en esa dirección, reconociendo que cuando uno llegue a un punto en su vida en el que diga finalmente: “Me he vuelto humilde”, sin duda ya está perdido porque no existe como tal un punto de llegada en el que nosotros podamos identificar si en verdad tenemos un genuino espíritu de humildad.
Comenzando en el capítulo 4 de Efesios, veamos lo que dice Pablo. Dice: “Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz”.
Estos 3 versículos son una introducción a una sección muy diferente de la Biblia y quisiera que pensemos inicial y especialmente en esto: Que aunque leeremos numerosos pasajes en los que la humildad es parte de la Escritura y una palabra entre muchas gracias cristianas, es sumamente importante porque sin duda es la voluntad de Dios que cada uno de sus hijos busque un espíritu de humildad.
Bien, definiré a qué me refiero. No solo significa que tengamos una actitud muy modesta o una valoración muy baja de nuestro sentido de autoestima o de nuestros méritos, sino que significa algo más. Habla un poco de una actitud de ser siervo. Habla un poco de una actitud de ser absoluta, y totalmente dependiente de Dios.