Embracing Every Season of Your Life – Part 1 | Joyce Meyer

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Embracing Every Season of Your Life – Part 1

El siguiente es un resumen y reescritura de los extractos proporcionados, optimizado bajo la premisa de los estándares de SEO en español.


El Secreto del Contentamiento: Cómo Abrazar las Temporadas de la Vida y Confiar en Dios

Para vivir una vida que amamos, debemos aprender a abrazarla por completo, lo que incluye amar y aceptar cada temporada de la vida. La única manera de abrazar las cosas dolorosas, injustas o desiguales es si aprendemos el “secreto” del contentamiento.

El contentamiento no implica que nunca queramos un cambio, ya que todos tenemos circunstancias que nos gustaría modificar. Más bien, el contentamiento (estar satisfecho hasta el punto de no estar perturbado ni inquieto) es un proceso de aprendizaje que nos permite tener gozo mientras Dios trabaja en las circunstancias difíciles.

La Importancia de Confiar en Dios y Abrazar la Adversidad

Si en realidad confiamos en Dios, podremos abrazar no solo las cosas buenas, sino también las cosas dolorosas y las injustas. Es crucial cambiar nuestro lenguaje, eliminando palabras como “odio” de nuestro vocabulario, ya que no podemos amar la vida si “odiamos todo”. Se recomienda adoptar la práctica de decir: “Yo amo mi vida, amo a Dios, me amo a mí mismo/a, amo mi familia, amo la obra que hago en el ministerio; yo sí amo la vida”.

Debemos entender que, mientras la tierra permanezca, existirán temporadas de siembra y cosecha, frío y calor, verano e invierno, y día y noche. No se obtiene una temporada sin la otra. Si creemos que la única manera de ser felices es si todo sale como queremos y se siente bien, tendremos un camino turbulento en la vida.

El Ciclo Inevitable de las Estaciones

La vida tiene ciclos naturales y espirituales. Siempre habrá temporadas de espera, temporadas de cosecha, temporadas de pruebas y temporadas de victoria.

  • El Invierno Espiritual: Puede haber un “invierno” en la vida donde todo se siente lúgubre, desolado, frío, sin crecimiento y con mucha necesidad. Sin embargo, la Biblia nos asegura que el invierno pasará, la lluvia se acabará, las flores aparecerán y el tiempo de los cantos de las aves llegará (“la voz de la tórtola se escucha en nuestra tierra”).
  • La Primavera y la Esperanza: Es fundamental nunca dejar que el diablo robe la esperanza, ya que es la motivación más poderosa. La esperanza significa esperar que algo bueno suceda en cualquier momento.

Un testimonio de victoria siempre llega después de un tiempo difícil que fue doloroso; no se puede tener un testimonio sin un test.

Secretos para Sobrellevar las Pruebas (El Contentamiento Aprendido)

El apóstol Pablo, en Filipenses 4:11-12, reveló que aprendió el secreto del contentamiento. Este secreto le permitía enfrentar cada situación, ya sea que estuviera limitado, viviendo humildemente en circunstancias rígidas, disfrutando de la abundancia, o al no tener y estar necesitado. Este aprendizaje le permitió estar satisfecho al punto de no estar molesto todo el tiempo, sin importar su estado.

Para atravesar los tiempos difíciles, es crucial:

  1. Reemplazar la Conversación Melancólica: Si sentimos que un lío nunca acabará o que no podemos soportar más, debemos reemplazar esa conversación con la declaración: “Yo puedo hacer todo a través de Cristo que me fortalece”.
  2. Mantener la Perspectiva Correcta: Incluso durante 7 semanas de enfermedad, la actitud debe ser: “Mañana será mucho mejor,” y recordar que “el poder sanador de Dios está obrando en mí”.
  3. Abrazar la Temporada: Mientras más resistimos el dolor (emocional o físico), más nos dolerá y más tiempo tomará superarlo. La primera instrucción a las víctimas de accidentes o a las mujeres en parto es respirar profundo y relajarse.

El Propósito Divino Detrás de las Dificultades

Debemos aprender que Dios tiene un propósito en cada cosa que permite en nuestra vida. Aunque tal vez nunca lo entendamos completamente, podemos confiar en que la Palabra es cierta: Dios siempre obra todo para nuestro bien para aquellos que le aman y buscan Su voluntad.

Mirar hacia atrás a los problemas pasados puede revelar que aquello que deseábamos que nunca hubiera ocurrido es lo que nos formó en quienes somos hoy. Lo que pensábamos que era nuestro mayor enemigo se convirtió en nuestro mejor amigo. Incluso, los problemas pueden ser el medio que nos lleva a una relación con Jesús. A veces, pasamos por cosas para que tengamos algo que contar a otros y para que, al decirles “Sé cómo te sientes,” nos crean.

La Paciencia y el Tiempo Asignado de Dios

Eclesiastés 3:1-4 establece que hay un tiempo y una temporada para cada propósito bajo el cielo, incluyendo un tiempo para llorar y un tiempo para reír, un tiempo para sembrar y un tiempo para recoger. El verso 11 declara que Dios lo ha hecho todo hermoso en Su tiempo.

Es esencial no desanimarnos ni cansarnos de actuar noblemente y hacer lo correcto. A su debido tiempo y en la temporada asignada cosecharemos, siempre y cuando no nos aflojemos, relajemos, desmayemos o nos rindamos.

El “debido tiempo” no es cuando nosotros estamos listos, sino cuando Dios sabe que estamos listos. A veces, debemos esperar por otros, incluso si sentimos que estamos listos para la próxima etapa del ministerio.

Navegando el Cambio y Soltando lo Pasado

Debemos cambiar nuestra mentalidad acerca del cambio, porque las cosas siempre cambian. Esto incluye el envejecimiento (las arrugas y la gravedad son inevitables), la jubilación de personas a nuestro alrededor (como el dentista), y el fin de ciertas amistades o relaciones porque la temporada se acabó.

Si continuamos tratando de aferrarnos a algo con lo que Dios ya terminó y sobre lo cual ya no hay unción, esto puede detenernos de la próxima gran cosa que Dios tiene para nosotros. No debemos tener miedo del cambio, sino confiar en Dios por algo mejor. La clave es soltar lo que ya no funciona y recordar que la “primavera está a la vuelta de la esquina”.

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