“El Sistema Alimentario Está Diseñado Para Que Fracases”
La científica de la nutrición y dietista registrada Jessica Knurick, fundadora de la comunicación de salud pública basada en evidencia, sostiene que el sistema alimentario estadounidense está fundamentalmente diseñado para generar rentabilidad financiera, no para promover la salud de la población. Esta configuración sistémica ha llevado a una crisis de enfermedades crónicas sin precedentes, donde la mayoría de los ciudadanos están preparados para fracasar en la búsqueda de una vida saludable.
I. La Crisis de Salud Crónica y el Fracaso del Sistema
La vida de Knurick fue marcada por la enfermedad crónica cuando su abuelo, en sus 60, falleció tras un ataque al corazón, después de haber sido diagnosticado con diabetes tipo 2. Esta experiencia la impulsó a investigar las alarmantes estadísticas de salud en Estados Unidos:
- Prevalencia de Enfermedades Crónicas: Más de la mitad de los adultos estadounidenses vive actualmente con algún tipo de condición de salud crónica, y muchos tienen tres o más condiciones, a menudo interconectadas.
- Dieta Dominada por Ultraprocesados: Se estima que el 70% del sistema alimentario se compone de alimentos ultraprocesados. Estos alimentos son estables en el estante y se utilizan para alimentar al país debido a la falta de grandes sistemas de alimentos locales.
- Incumplimiento de Pautas: Más del 90% de los estadounidenses no cumple con las pautas de consumo de vegetales y fibra. Además, más del 50% consume demasiada azúcar añadida.
- Sedentarismo: Más del 80% de los estadounidenses no cumple con las recomendaciones de actividad física. Esto se debe en parte a que la mayor parte de Estados Unidos está construido para la industria del automóvil, haciendo que las ciudades no sean muy caminables ni ciclables, lo que reduce la actividad física integrada en la vida diaria.
La causa raíz de la aceleración de las enfermedades crónicas, según Knurick, se encuentra en el entorno alimentario y en los determinantes sociales de la salud, como el entorno construido y el acceso a la educación.
II. El Desafío de la Elección Individual vs. el Diseño del Sistema
Aunque la elección individual es importante, y la gente tiene la autoridad personal para moverse y controlar lo que come, Knurick enfatiza que los sistemas circundantes son más importantes. Si un sistema está diseñado para que la mayoría fracase, más personas fracasarán, incluso conociendo las recomendaciones personales.
El sistema ha facilitado la conveniencia, un factor que comenzó a crecer después de la Segunda Guerra Mundial debido a la necesidad de alimentos rápidos y fáciles cuando ambos padres trabajaban. Esta conveniencia hace que sea mucho más difícil para la gente tomar la decisión más saludable.
III. Desmintiendo Mitos y Modas Nutricionales con Ciencia
Knurick utiliza la evidencia científica para contextualizar las tendencias y desmentir los mitos comunes, luchando contra la información alarmista que se promueve en redes sociales para obtener vistas o vender productos.
1. El Jarabe de Maíz de Alta Fructosa (JMAF)
Existe el mito de que el JMAF es singularmente dañino y está “envenenando” intencionalmente a los estadounidenses.
- Contexto Científico: El JMAF no está validado en la investigación como exclusivamente dañino. Es un azúcar procesado compuesto de glucosa y fructosa, al igual que el azúcar de caña o la sacarosa.
- La Dosis es la Toxicidad: Si se consume en exceso (como lo hace la mayoría de los estadounidenses), cualquier azúcar será perjudicial.
- Causa Sistémica: La alta prevalencia del JMAF en EE. UU. no es un complot, sino una política económica y agrícola. Las políticas de EE. UU. han hecho que el cultivo de maíz sea extremadamente barato, incentivando a los fabricantes de alimentos a usar el JMAF como el ingrediente más rentable para el azúcar, a expensas de la salud.
2. Los Aceites de Semilla
Los aceites de semilla (a menudo etiquetados como aceites vegetales, incluyendo cártamo, girasol y canola) están actualmente muy demonizados en las tendencias de salud.
- Ausencia de Datos de Daño: La investigación no sugiere que los aceites de semilla sean perjudiciales para la salud; de hecho, pueden ser potencialmente beneficiosos al reemplazar las grasas saturadas.
- Correlación vs. Causalidad: La mala reputación de los aceites de semilla se debe a que son ingredientes baratos que se usan abundantemente en los alimentos ultraprocesados de bajo contenido nutricional (como papas fritas o galletas). Al eliminar los aceites de semilla, la gente indirectamente mejora su dieta eliminando la mayoría de los ultraprocesados, lo cual es el verdadero beneficio.
- Impacto Social: Decir que los aceites accesibles como el aceite vegetal son “tóxicos” causa un daño real al aumentar el estrés y reducir la accesibilidad alimentaria para personas de bajos ingresos.
IV. Los Pilares Aburridos de la Salud Óptima
Knurick argumenta que la información esencial para optimizar la salud es “bastante aburrida” y por eso no se vende bien en las redes sociales, donde se debaten temas oscuros (5%) en lugar de los fundamentos (90-95%).
Para lograr un cambio duradero, el enfoque debe estar en los pilares básicos:
- Nutrición Fundamentada: Consumir una variedad de alimentos, obtener nutrientes adecuados, y enfocarse en aumentar la ingesta de fibra (una deficiencia masiva en EE. UU.).
- Actividad Física: Mover el cuerpo a diario, asegurándose de cumplir con el cardio y el levantamiento de pesas.
- Sueño y Estrés: Dormir bien y la reducción del estrés son esenciales y están fuertemente relacionados con la salud general. (Knurick admite que ella misma lucha con el sueño y el estrés debido a la sobrecarga de trabajo).
- Mentalidad y Digestión: Sentarse a digerir la comida y experimentar lo que se come (como la tradición de la sobremesa en España o las cenas largas en Rumania) es mucho mejor para la digestión que comer sobre la marcha.
V. Abogacía por el Cambio Sistémico y la Sabiduría
La Necesidad de la Política
El mayor cambio que Knurick espera ver en la próxima década (para 2035) es el cambio efectivo en el sistema alimentario impulsado por la política. Esto requiere mirar la reforma del financiamiento de campañas para disminuir la influencia corporativa que se opone a las políticas de salud pública. También implica invertir en sistemas alimentarios locales e incentivar a los agricultores a producir alimentos saludables, reduciendo la dependencia de los ultraprocesados.