EL PECADO QUE EL 95% DE LOS CRISTIANOS COMETE SIN SABERLO | John MacArthur

How can we pray for you? Submit your prayer request today!

* indicates required

EL PECADO QUE EL 95% DE LOS CRISTIANOS COMETE SIN SABERLO

  • ¿Puede un cristiano pecar gravemente sin darse cuenta? Existe un pecado tan sutil que atraviesa nuestras congregaciones como veneno invisible, corrompiendo familias enteras, destruyendo ministerios y alejando a millones del verdadero evangelio mientras los creyentes permanecen ciegos a su presencia.
  • La Escritura nos advierte, hay camino que al hombre le parece derecho, pero su fin es camino de muerte. Proverbios 14:12. Hoy enfrentaremos una verdad incómoda que la mayoría prefiere ignorar. No hablaremos de pecados evidentes que todos condenan. Hablaremos del pecado que se esconde en nuestras iglesias, en nuestros hogares, en nuestros corazones, disfrazado de piedad, de sabiduría, incluso de espiritualidad.
  • Un pecado que Jesús confrontó con más dureza que cualquier otro. Un pecado que destruye más vidas que la inmoralidad sexual, porque engaña al alma haciéndole creer que camina en luz cuando en realidad habita en tinieblas. El pecado del que hablaremos hoy es el fariseísmo. La religiosidad sin relación genuina con Dios.
  • es la observancia externa de reglas mientras el corazón permanece alejado del Señor. Es la confianza en nuestras propias obras de justicia en lugar de descansar completamente en la obra consumada de Cristo. Y permítanme ser absolutamente claro desde el principio, este pecado no es menos destructivo que la pornografía, la embriaguez o el adulterio.
  • De hecho, en muchos sentidos es peor, porque mientras los pecados evidentes nos llevan a reconocer nuestra necesidad desesperada de un salvador, el fariseísmo nos engaña haciéndonos creer que no necesitamos ser salvados. Jesús dedicó sus palabras más duras no a los pecadores evidentes de su época, sino a los fariseos, mientras trataba con compasión a la mujer adúltera, mientras comía con publicanos y pecadores, mientras mostraba misericordia a los marginados de la sociedad, sus denuncias más severas fueron reservadas para aquellos que se consideraban justos por sus propias
  • obras. En Mateo 23 encontramos ocho pronunciados contra los escribas y fariseos. No ocho bendiciones, sino ocho condenaciones. Hay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas, porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando. Mateo 23:13. Observen la gravedad de esta acusación.
  • Los fariseos no solo se estaban condenando a sí mismos, sino que estaban impidiendo que otros entraran al reino. Su religiosidad vacía se había convertido en un obstáculo para el evangelio. Habían transformado la fe en un sistema de reglas externas, de observancias rituales, de apariencias cuidadosamente cultivadas.
  • Ayunaban dos veces por semana, diezmaban hasta de las hierbas de sus jardines, oraban largas oraciones en las esquinas de las calles, pero sus corazones estaban lejos de Dios. El problema del fariseísmo es que puede coexistir con una vida externamente moral. De hecho, muchos fariseos eran moralmente impecables en su conducta externa. No cometían adulterio, no robaban.
  • no asesinaban. Pero Jesús vio más allá de la fachada. Vio el orgullo que hinchaba sus corazones. Vio la hipocresía que contaminaba sus actos. Vio la dureza que los hacía despreciar a otros. Y declaró que los publicanos y las rameras entrarían en el reino de Dios antes que ellos. Mateo 21:31. ¿Por qué esta declaración tan sorprendente? Porque los pecadores evidentes reconocían su necesidad.
  • Cuando Juan el Bautista predicaba el bautismo de arrepentimiento, ellos venían confesando sus pecados. Pero los fariseos se consideraban justos. No necesitaban arrepentimiento, o eso pensaban. Su religión se había convertido en su justicia propia y esa justicia propia era un muro impenetrable entre ellos y la gracia de Dios. Ahora bien, permítanme preguntarles algo profundamente personal.

Write Your Prayer

* indicates required
Prayer Wall

John MacArthur Espanol