De rodillas somos más altos y más fuertes
Descubra la clave bíblica para obtener mayor influencia, poder y dirección en medio de cualquier crisis personal o comunitaria. El Dr. Charles Stanley, a través del ministerio En Contacto, enfatiza que la oración seria —simbolizada por vivir “de rodillas”— es la herramienta selecta que Dios nos ha dado para alcanzarlo y recibir Su poder. Al adoptar este principio, el creyente se vuelve “más alto” en su impacto y “más fuerte” para enfrentar el éxito en la vida.
Ministerios En Contacto celebra 45 años de fidelidad de Dios llevando el mensaje del evangelio alrededor del mundo. En esta enseñanza, el Dr. Stanley utiliza la vida de Nehemías como el ejemplo perfecto de un líder que supo exactamente qué hacer en cada ocasión: orar sin falta.
1. El Ejemplo de Nehemías: La Solución a la Crisis de Jerusalén
La historia de Nehemías, el copero del rey Artajerjes, demuestra el poder milagroso que se desata a través de una vida de oración.
La Reacción ante la Adversidad
Nehemías ocupaba un cargo de gran responsabilidad y debía conocer todo el protocolo real. Cuando su hermano le contó la terrible situación en Jerusalén —donde los muros estaban derribados, las puertas quemadas y la gente era objeto de burla—, Nehemías reaccionó de manera inmediata:
- Se sentó y lloró.
- Se hizo duelo por varios días.
- Oró día y noche delante del Dios de los cielos.
Nehemías, que era solo un copero, logró que el rey le concediera madera, materiales de construcción y protección militar para ir a Jerusalén. Este fue un acto milagroso.
La Transformación en 52 Días
Nehemías no había estudiado ingeniería ni construcción. Sin embargo, a través de la dirección de Dios, el pueblo logró reconstruir el muro en solo 52 días (menos de dos meses). Este éxito se debió a:
- Liderazgo Divino: Nehemías continuamente buscaba la visión y dirección de Dios.
- Obediencia Milagrosa: El pueblo pasó de un caos total a la organización, con el ejército entrenado para construir con una mano y pelear con la otra.
- Avivamiento Espiritual: El avivamiento no solo arregló su situación económica, sino que reconstruyó sus relaciones, les hizo diezmar y adorar otra vez.
El secreto de Nehemías era su vida “de rodillas”. Se volvió más alto en su influencia y más fuerte al enfrentar obstáculos porque el Espíritu de Dios estaba sobre él.
2. Principios de la Oración Seria: Reconociendo la Soberanía y Santidad de Dios
La oración seria requiere una expectativa de que Dios actuará y un reconocimiento de quién es Aquel a quien oramos.
Reconocer la Soberanía de Dios
Debemos orar reconociendo que Dios es el Soberano del universo, con control absoluto de todo. Si no creemos que Él es soberano y tiene control total, ¿para qué orar?.
- Nehemías oró dirigiéndose a “Jehová Dios de los cielos, fuerte, grande y temible”.
- Debemos recordar que, aunque Dios puede ser nuestro amigo, nunca deja de ser el Creador y el que gobierna el universo.
- No debemos dirigirnos a Dios como si fuera nuestro “camarada”.
Reconocer la Santidad Propia y Confesar el Pecado
La santidad de Dios es un recordatorio de que somos seres humanos pecadores hablando con el Dios Santo. No es un asunto frívolo o un juego.
- Confesión Urgente: Nehemías confesó sus propios pecados y los de su nación, diciendo: “yo y la casa de mi padre hemos pecado en extremo contra ti”.
- Pureza y Poder: La pureza de corazón y el poder de Dios van unidos y entrelazados. Si queremos el poder de Dios en nuestra vida, esta debe ser pura.
Confrontar y Abandonar el Pecado
Si Dios nos quebranta por un pecado, debemos arrepentirnos enseguida y no aferrarnos a él. Un creyente debe ser sensible al pecado y confrontarlo de inmediato, ya que el pecado es lo que impide el poder de Dios.
3. Superando la Incompetencia: Dios nos Equipa
Al orar seriamente, debemos reconocer nuestra incompetencia. Sentirse incapaz o incompetente no es pecado; es una parte necesaria para reconocer el gran poder de Dios.
El Llamado y la Capacitación Divina
Si Dios nos llama a hacer algo y decimos “no puedo”, implícitamente decimos que “Dios cometió un error” o que no nos conoce. Esto es absolutamente absurdo.
- El Revestimiento del Espíritu: Dios nunca nos llama a hacer algo sin capacitarnos. Él envía al Espíritu Santo para revestir, morar, fortalecer y equipar a todo creyente.
- La Bendición de la Necesidad: Dios permite que nos sintamos incompetentes para atraernos a Él. Mientras más sentimos esta necesidad, más oraremos. La oración se convierte en un clamor: “Señor, no puedo hacerlo sin Ti, te necesito”.
Disponibilidad para la Ejecución Divina
No basta con orar; debemos estar dispuestos a que Dios nos use y a ser parte de la ejecución de la respuesta. Dios no contesta oraciones si el creyente no está dispuesto a ser parte de la solución.
- Poder Divino: El creyente tiene el privilegio de experimentar el poder divino del Espíritu Santo, el poder que faculta.
- Propósito para Todos: No existe un “don nadie” o una persona inútil; Dios tiene un lugar para usted y lo usará si usted se lo permite.