Vivir En Grande
La visión de Dios para cada creyente es una vida grande, plena y sin límites. Aunque Dios planeó esta vida abundante, si el creyente mantiene un pensamiento limitado, puede vivir de manera escasa. El desafío no es solo evitar vivir una vida insignificante, sino reconocer que Dios es un Dios de incremento que tiene algo más grande en el futuro.
Para experimentar esta vida plena, es crucial deshacerse del “odre viejo” (pensamientos limitados) y comenzar a pensar, creer y esperar en grande.
1. Desmantelando la Mentalidad Limitada (El “Odre Viejo”)
Una de las batallas más grandes que enfrentamos es la de la contención. El enemigo intentará convencer al creyente de que se quede donde está, utilizando pensamientos como: “Nunca serás capaz de pagar esa casa” o “jamás conocerás a la persona correcta”.
A. La Paradoja de la Comodidad
Muchos creyentes se conforman con la mediocridad y el estancamiento, pensando: “estoy bien, no me quejo, tengo techo y un trabajo, ahí la llevo”. Aunque debemos ser agradecidos, no debemos dejar que la mediocridad se vuelva permanente en nuestro pensamiento.
El pastor Osteen utiliza la analogía del pez en la pecera pequeña: si un pez que debería crecer hasta 60 cm se pone en una pecera pequeña, no alcanzará su potencial, no por un problema con el pez, sino por el ambiente limitado.
- El Ambiente no Define su Destino: Es fundamental no permitir que el ambiente de crianza o el ambiente actual lo convenza de conformarse. La clave es no dejar que el ambiente entre en usted y que la mediocridad se convierta en la norma.
- Heredar la Escasez: La disfunción, las adicciones o la escasez regular vistas al crecer pueden arraigarse en el creyente, llevándolo a pensar que ese es su destino. Esto limita la visión.
B. El Peligro del Estancamiento Generacional
Dios es un Dios progresista. Él quiere que cada generación aumente. Si los padres o abuelos pusieron el cimiento, el creyente debe construir sobre lo que ellos hicieron, usando su legado como un escalón para ir más alto, no como un lugar de descanso o acomodamiento.
2. Activando la Grandeza a Través de la Fe (Lanzar las Redes)
La vida abundante que Dios planeó está disponible, pero requiere que el creyente libere su pensamiento y lance su fe.
A. El Error de Pedro y la Red Singular
El ejemplo de Pedro ilustra cómo el pensamiento limitado restringe la bendición. Cuando Jesús le dijo a Pedro que bogara mar adentro y “tirara luego las redes” (plural), Pedro, aunque obedeció, lanzó solo su red singular.
- Racionamiento vs. Fe: Pedro razonó: “Pescamos toda la noche y no atrapamos nada”. Su pensamiento limitado hizo que creyera poco y esperara poco.
- El Riesgo de Sobrevivir: Si el creyente solo lanza una red mental (“Dios ayúdame a sobrevivir,” “ayúdame a salir adelante”), perderá la plenitud de lo que Dios tiene reservado.
- La Plenitud Requiere Fe: Dios quiere una vida plena y abundante. Para recibirla, se debe lanzar las redes en fe, creyendo que la familia servirá a Dios, que saldrán de deudas, y que nuevos niveles están reservados.
B. El Poder de los Sueños y la Proclamación
La vida en grande requiere soñar en grande y creer en grande. La vida sin límites incluye ser libre de adicciones y malos hábitos, y vivir una vida feliz, plena y desbordante.
- La Historia del Ladrón: La historia del ladrón profesional y el joven vendedor de drogas ilustra que el problema no es la falta de talento o intelecto, sino el pensamiento limitado. Si el joven podía vender drogas (lo cual requiere mercadotecnia, publicidad, servicio al cliente y administración), podía vender acciones, bonos o equipo médico.
- El Talento para el Propósito: Dios ya le dio al creyente los dones y talentos correctos para cumplir Su propósito y tarea. Es hora de usar esos dones para propósitos productivos.
C. La Senda Progresiva
La senda de los justos es más y más brillante. La idea de Dios es el crecimiento continuo: más influencia, más oportunidad, más recursos.
3. Estrategias de Mentalidad: El Rompimiento de Cadenas
Para vivir en la grandeza reservada, el creyente debe romper con la mentalidad de derrota y la influencia negativa.
A. La Herencia no es Destino
El padre de Joel Osteen, a pesar de ser criado en un ambiente de pobreza y mentalidad limitada (sus padres perdieron todo en la Gran Depresión y no querían que dejara la granja), rompió el ciclo. Él decidió: “Aquí es donde estoy, pero esto no es quien yo soy“.
- Romper el Ciclo: El creyente puede ser quien rompa el ciclo de escasez y derrota en su familia, incluyendo adicciones y malos hábitos, e ir a donde nadie en su familia ha ido jamás.
- Levántese y Vaya: Al igual que en la analogía de los monos, la gente intentará derribar o echar agua sobre la pasión del creyente, diciéndole que no puede porque nadie en su familia lo hizo. El mensaje es “vaya por sus plátanos”.
B. El Poder de la Auto-Animación
Usted no puede confiar en que la gente lo mantenga desarrollado y animado. A veces, los parientes o amigos serán como los “monos”, tratando de mantenerlo al mismo nivel.
- La Fe de Dios Permanece: Si no creen, su falta de fe no dejará sin efecto la fe de Dios. Lo que Dios puso en el corazón del creyente no cambia.
- Mayoría con Dios: La actitud debe ser: “¿Qué importa si no creen? No necesito su ánimo, su apoyo. Yo y Dios somos mayoría”.
- Proclamación Personal: El creyente debe animarse a sí mismo: “Soy fuerte, soy talentoso, soy capaz, entro en mi gran vida plena y sin límites”.