La gracia del Evangelio: De la muerte a la vida
El pastor John MacArthur aborda Efesios, Capítulo 2, para rescatar la palabra “evangelio” de distorsiones y malas interpretaciones. El evangelio es el alma del cristianismo y la joya de la teología, siendo el mensaje singular que proporciona el único camino de salvación, el perdón de pecado, el escape del infierno y una vida en el cielo eterno.
MacArthur enfatiza que la salvación se hace realidad cuando se escucha la palabra de verdad del evangelio de salvación y se cree en ella. El evangelio es un mensaje que debe ser predicado y comunicado con palabras. Es la palabra de verdad del cielo acerca de la salvación.
La Esencia del Evangelio: Un Mensaje de Buenas Nuevas
El evangelio (del griego euangelion) significa “buen mensaje” o “buena noticia”. Se utiliza alrededor de 100 veces en el Nuevo Testamento y se describe con varios nombres, incluyendo el evangelio de Dios, de Cristo, de la gracia de Dios, de la paz, y de la gloria de Dios.
El evangelio es tan fundamental que el apóstol Pablo estaba obligado a predicarlo, considerándolo una compulsión divina y declarando que “ay de mí si no anuncio el evangelio”.
El Ataque contra el Evangelio:
Debido a su carácter singular, el evangelio es atacado constantemente para ser confundido, quitado o para que se le añada. Pablo advirtió en Gálatas 1 que cualquiera, incluso un ángel, que predicara un evangelio diferente al recibido, “sea anatema” (condenado o maldecido).
El Error de Silenciar el Mensaje:
MacArthur confronta la nociva y tóxica declaración popular atribuida a San Francisco de Asís: “Predique el evangelio en todo momento; si es necesario, utilice palabras”. Esta idea es un error, pues el evangelio es la verdad comunicada con palabras y no se puede predicar sin ellas. El poder para salvación reside en el evangelio y debe ser comunicado para que la gente lo escuche y lo crea. La fe viene por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
El Peligro del Evangelio Social:
Un problema actual es la redefinición social del evangelio. Pastores y movimientos etiquetan causas sociales, éticas o morales (que pueden ser buenas o malas) como “temas del evangelio” para darles prominencia. Esto confunde, diluye y añade al evangelio. Este error es tan grave que, en una encuesta reciente, el 50% de los cristianos profesantes creían que la salvación se gana con buenas obras, un error que se multiplica al elevar el comportamiento a nivel de prioridad absoluta.
El evangelio no se trata de ningún comportamiento, actividad o causa social. El evangelio nunca es algo que usted hace; siempre es algo que usted cree. El testimonio de vida del creyente es el resultado del evangelio, pero no va a salvar a nadie si no se hablan las palabras del evangelio.
La Soteriología del Evangelio (Efesios 2:1-10)
Pablo divide el contenido completo del evangelio en seis componentes fundamentales:
1. Es Del Pecado (Versículos 1-3): La Condición Humana
Antes de las buenas nuevas, se deben entender las malas noticias. La condición de todo ser humano se define como “muerto en vuestros delitos y pecados”.
- Incapacidad Absoluta: Estar “muerto” significa estar completamente incapaz de responder a Dios, como un cadáver. La persona está totalmente separada y distanciada de la vida de Dios.
- Vida de Desobediencia: El hombre anduvo siguiendo la corriente de este mundo (el zeitgeist o tendencia popular), gobernado por “el príncipe de la potestad del aire” (Satanás), quien opera en los hijos de desobediencia.
- Hijos de Ira: Todos vivieron en los deseos de la carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira.
- Rescate de la Depravación: El evangelio trata acerca de liberar del pecado y la depravación masiva, y de la ira eterna que esa depravación conlleva.
2. Es Por Amor (Versículo 4): La Fuente Divina
La salvación ocurre por el gran amor de Dios.
- Riqueza de Misericordia: Dios es “rico en misericordia por su gran amor”. Este es el amor ágape, la palabra más elevada para el amor, que es incomprensible.
- Sacrificio Único: A diferencia de todas las religiones demoníacas que exigen que el hombre se sacrifique, el Dios vivo y verdadero se dio a Sí mismo como sacrificio de amor (Juan 3:16).
- Pico en la Cruz: El amor de Dios se mide mejor con la muerte, donde Él colocó a Su Hijo para que muriera en el lugar de aquellos a quienes ama.
3. Es A la Vida (Versículo 5): Resurrección en Cristo
Aun estando muertos en pecados, Dios “nos dio vida juntamente con Cristo”.
- Unión con Cristo: Dios nos colocó en Cristo. En Él, morimos (el castigo por el pecado) y resucitamos a una vida nueva.
- Muerte y Resurrección Metafóricas: Hemos sido sumergidos en la muerte, sepultura y resurrección de Cristo, por lo que nuestro viejo hombre fue crucificado para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
4. Es Para Gloria (Versículo 6-7): La Herencia Celestial
La salvación no se trata de arreglar esta vida, sino de la gloria en la vida venidera.
- Sentados en los Celestiales: Dios nos resucitó con Él y nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús. Esto está hecho en el propósito soberano de Dios, aunque aún no ha sucedido temporalmente.
- Trofeos de Gracia: Los creyentes son llevados a la presencia de Dios para que Él pueda “mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad”. Los creyentes son los trofeos de Su amor redentor, sentados en el trono con Su Hijo, amados como Él lo ama.