12 MANERAS DE SER CRISTIANO SIN IR A LA IGLESIA
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Permíteme hacerte una pregunta que probablemente te incomodará. ¿Es posible ser un verdadero cristiano sin asistir a una iglesia local? La cultura evangélica moderna te dirá que sí. Te ofrecerá streaming de servicios devocionales en línea y la comodidad de adorar desde tu sofá.
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Pero la escritura nos confronta con una verdad incómoda. El cristianismo que Cristo estableció no es una religión de consumidores espirituales, sino una familia de discípulos comprometidos. Hoy exploraremos 12 realidades bíblicas que desafían la noción del cristiano solitario y nos llaman a redescubrir lo que significa ser parte del cuerpo de Cristo.
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Porque el verdadero cristiano no simplemente va a la iglesia como quien visita un lugar. El verdadero cristiano es la Iglesia, vive en comunidad, se somete a autoridad espiritual y entiende que la fe sin compromiso visible con el pueblo de Dios es una contradicción bíblica. Preparémonos para confrontar uno de los engaños más peligrosos de nuestra generación.
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Comencemos estableciendo el fundamento más importante. Cuando hablamos de ir a la iglesia, estamos usando un lenguaje fundamentalmente equivocado que revela una teología defectuosa. La iglesia, según el Nuevo Testamento, no es un lugar al que asistes, es una realidad espiritual de la cual formas parte. En Efesios capítulo 2, versículos 19 al 22, Pablo declara, “Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino con ciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio bien coordinado, va creciendo
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para ser un templo santo en el Señor.” Observa el lenguaje con ciudadanos, familia, edificio coordinado, templo santo. No hay aquí ninguna indicación de que la pertenencia a esta familia sea opcional, casual o individualista. La palabra griega que se traduce como iglesia es eclesia, que significa literalmente los llamados fuera.
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No se refiere a un edificio de piedra o madera, sino a una asamblea de personas convocadas por Dios para un propósito específico. En el mundo greco-romano del primer siglo, una eclesia era una reunión de ciudadanos con derechos y responsabilidades mutuas. Cuando los apóstoles adoptaron este término para describir a la comunidad cristiana, no estaban hablando de asistencia ocasional a un evento religioso.
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Estaban describiendo una ciudadanía espiritual que involucraba compromiso, rendición de cuentas y vida compartida. Piénsalo de esta manera. No vas a tu familia, simplemente eres parte de tu familia. Del mismo modo, no vas a la iglesia como si fuera un servicio que consumes. Eres la Iglesia porque has sido incorporado al cuerpo de Cristo por medio de la fe.
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Esta distinción no es semántica, es fundamental. La mentalidad del ir a la iglesia convierte al cristianismo en una actividad religiosa más entre muchas otras en Minendus. Tu calendario semanal. Reduces la fe a una hora dominical donde escuchas un sermón, cantas algunas canciones y luego regresas a tu vida real. Pero la visión bíblica es radicalmente diferente.